Víctor Verne I fundó la Sociedad Verne en 1880, aunque en sus inicios se la conoció simplemente como la Sociedad Internacional de la Ciencia. Verne era un amante de las Ciencias Naturales y un fiel discípulo de las teorías de Darwin sobre la evolución de las especies. Desde sus orígenes la Sociedad Verne ha costeado los proyectos de investigación de grandes científicos de todo el planeta, utilizando las expediciones arriesgadas como fuente de financiación. El hijo de Víctor, Phileas I, abuelo del Phileas actual, continuó el legado científico de la familia; y tanto él como su hijo, Phileas II, consiguieron mantener a esta institución al margen de la política durante buena parte del siglo XX. Gobiernos de todo signo han intentado utilizar los servicios e inventos de la familia Verne para todo tipo de asuntos sucios, desde el espionaje hasta la escalada armamentística.
Con Phileas Verne Tercero las cosas han cambiado bastante. Casi han dado un giro de ciento ochenta grados. Desde principios de los noventa son las patentes de investigación, especialmente en el campo de la aeronáutica y de las energías renovables, las que financian a esta empresa. El lema fundacional, «Ciencia et Conscientia» ha evolucionado hasta el conocido eslogan de la compañía: “Ciencia más allá de la Ciencia”.
De este modo explica qué es la Sociedad Verne Amalia Ventura, ayudante de Phileas y Directora Administrativa, a los padres de los compañeros de colegio de de Vic en el capítulo dos del libro, «Cumpleaños en los albores de la humanidad».
No obstante numerosos misterios rodean a esta centenaria institución: ¿de dónde viene el apellido Verne? ¿Guarda alguna relación la familia Verne con el famoso escritor? ¿O esconde realmente un secreto más oscuro? Todas estas cuestiones serán respondidas en Lo imposible no existe, el primer libro de Las Aventuras de Vic Verne.